No creo que sea tan así desde que casi siempre lo que impulsa la compra es el paquete más que el producto. Y si no, no nos preocuparíamos tanto de los envases cuando compramos y vendemos, y los fabricantes los harían más baratos y menos vistosos. Además, creo que en el caso de algunos productos el continente es igual o más importante que el contenido: pienso en algunos perfumes caros o en bebidas alcohólicas también caras, pero hay más casos en el mercado.
Sobre todo en el mercado de la política. Y me lo preguntaba porque cada día es más significativo el continente que el contenido de algunos personajes que están haciendo historia en el devenir de nuestra vida pública en todo el mundo, algo impensado hace pocos años.
"Hay que mirar lo que hago y no lo que digo" decía un presidente argentino que hizo todo lo contrario de lo que había prometido. Otro político argentino, que también llegó a presidente, ponía la señal para girar a la izquierda pero viraba a la derecha. Debe de haber miles de ejemplos, entre ellos el de José María Velasco Ibarra, pero como no soy ecuatoriano no me animo a juzgar. Ahora lo que me ocupa es el presidente Argentino, Javier Milei, y sus últimas declaraciones, cada vez más fuertes, más provocadoras, más enojadas... en contra de la cultura woke, el colectivo LGBT, la ideología de género, el socialismo y la izquierda en general... que horrorizaron a unos cuantos y a otros los embelesaron.
Es el continente de Milei, que, ciertamente conocíamos de antemano pero ahora algunos se sorprenden que lo siga ocupando cuando es Presidente. Y el contenido también es el que conocíamos y lo está cumpliendo a rajatabla. Pero vuelvo a la pregunta del principio: ¿qué es lo importante? ¿se puede admitir el contenido y rechazar el continente? ¿le gustaría a usted que le traigan la gaseosa en una botella de vino o los cigarros en un envoltorio de ropa interior? ¿cuán importante es, entonces, la forma sobre el fondo?
Pienso que es mucho más importante de lo que nos parece. Milei no sería Milei sin ese continente que a muchos les molesta. Y es el continente de Milei lo que permite el contenido de Milei. Tiene siempre la delantera, la iniciativa; está mostrando que no hay nada como cumplir con los votantes y es lo que está haciendo. La inmensa mayoría de ellos tienen sentido común y están encantados de que por fin alguien diga públicamente y sin complejos lo que siempre pensaron. Pero para eso hay que plantarle cara a la minoría progre que obliga a pensar como ellos y nos cancela cuando decimos lo que pensamos si no pensábamos como ellos. Creo que, al contrario de los presidentes a los que me refiero más arriba, el continente de Milei es parte de su contenido: es un activo extra de Milei.