Cuando el inspector me confirmó que habían encontrado mi maletín y que estaba en poder del chofer camino a la terminal del 132 en el Bajo Flores, volví corriendo a la terminal. En la boletería, dos plantas arriba, me avisaron que me esperaba en la calle, dos plantas abajo, enfrente al Carrefour. Seguí corriendo. Me dejaron subir al ómnibus por la cara ya que el ticket estaba en el maletín. Cuando hablé desde mi butaca con la terminal de Nuevos Rumbos, me advirtió cómplice Alberto Pérez que el 28 llegaría a eso de las 9.30 y que vaya a buscarlo ahora, porque "estas cosas desaparecen". Sebastián Rodríguez Loredo, el encargado de Expreso Jet en Buenos Aires, fue a buscarlo y me lo envió a la oficina cuando volvía de Posadas. Llegó con todo lo que llevaba, que no eran más que papeles, unos anteojos... y el tercer tomo de Millenium, de Stieg Larson. Ahora tengo que recuperar páginas.